¡Hola de nuevo a todos!
Como cada semana, damos vida a nuestro blog de etapa y esta vez lo hacemos desde La Salle San Rafael.
Nuestros pequeños han llegado esta semana con más energía que nunca y nos ha parecido un momento perfecto para trabajar nuestras emociones. Ésas que a veces dejamos tan olvidadas… ¡Con lo importantes que son!
Desde nuestro cole y desde nuestra identidad lasaliana, consideramos muy importante que nuestros aventureros, en busca de nuevas experiencias de aprendizaje, tomen conciencia de sus habilidades sociales y traten de ajustar sus emociones a las demandas reales del entorno. Es un hecho que hemos echado mano de nuestra lupa de investigadores para descubrir que numerosos estudios han puesto de manifiesto que los jóvenes que comenzaron a trabajar sus emociones desde niños son más felices y tienen más confianza en sí mismos en su etapa adulta.
Queremos niños que sean capaces de manifestar empatía respecto a las emociones de los demás, que puedan detectar emociones básicas como la alegría, la tristeza, la ira, la rabia y, lo que es más importante, que sean capaces de canalizar sus emociones en clave constructiva en un entorno de convivencia estable como el que estamos experimentando durante este curso.
Sentir, reconocer y expresar son las acciones que nos mueven durante esta semana en el trabajo de la Gestión emocional que realizamos desde La Salle San Rafael.
Tradicionalmente la escuela tenía como objetivo transmitir conocimientos teóricos y conceptuales desde una perspectiva de verticalidad. Nuestra escuela lasaliana de hoy dista mucho de esta idea tradicional y plantea un modelo educativo que persigue el desarrollo integral de nuestros alumnos. Un desarrollo en el que sin duda cobran una especial relevancia nuestras emociones.
Razón y emoción han estado presentes en la mente de muchos pensadores. ¿En qué medida influye la emoción en la razón del ser humano? Peter Salovey y John Mayer definieron por primera vez en 1990 el concepto de inteligencia emocional y fue Goleman quien lo difundió a través de sus múltiples trabajos. Precisamente fue él quien entendió la inteligencia emocional como una manera de entender el mundo y actuar en él.
Esta manera de entender las emociones nos hace ver la necesidad de trabajarlas desde los primeros años de vida y por ello, nos hemos puesto “manos a la obra” y…¡a trabajar esa inteligencia emocional!
Hemos partido del cuento “Las emociones de Nacho” , cuyo enlace compartimos un poquito más abajo y, a partir de él, hemos tratado de ser conscientes de lo importante que es identificar nuestros sentimientos y los de los demás, sentirnos responsables de nuestros actos, tomar decisiones responsables, resolver conflictos y mantener relaciones sanas con nuestros compañeros y profesores. Desde nuestro nuevo contexto de aprendizaje, el entorno de gestión emocional cobra gran protagonismo en nuestro día a día en el aula.
Equipo de Infantil La Salle San Rafael.
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