Pesadillas

Estamos viviendo la peor crisis jamás vivida, esta situación provocada por el COVID-19, formará parte de nuestra memoria y en especial en la etapa de infantil, la más vulnerable.

Pueden, y de hecho aparecen en estas edades pesadillas nocturnas.

Tiene gran relación, entre otras cosas, con la actitud que acoja cada familia. Si los padres les sobreprotegemos y no les damos una explicación clara, sencilla, coherente y con un lenguaje acorde a su edad, influimos en su forma de sentir, vivenciar y pensar sobre esta situación por lo que también puede afectar a su sueño.

Su estado emocional será de indefensión, nerviosismo y preocupación. Es evidente que se va a ver reflejado en los sueños, que es una manera de procesar lo que sienten y piensan sobre situaciones que les inquietan. Aquí pueden aparecer las pesadillas, produciéndoles miedo, ansiedad y angustia que hacen que el niño se despierte y recuerde lo soñado.

¿Cómo debemos reaccionar los padres?

Es muy importante crear un entorno de seguridad y dar tranquilidad para atender sus necesidades emocionales. Podemos leerles un cuento, abrazarles, acompañarle hasta que se quede dormido, etc.

¿Y si se despierta? Lo que más los reconforta es que estemos a su lado, tranquilizarlos y asegurar que estamos a su lado. Debemos aclararles qué ha pasado, que nos explique lo que siente y que ha sido un mal sueño pero que estamos a su lado. Debemos empatizar con ellos y decirles que las pesadillas nos pueden asustar a todos porque son sueños que parecen reales, pero que no es así.

Los besos, caricias y abrazos son la mejor medicina para volver a conciliar el sueño.

A la mañana siguiente es bueno que el niño verbalice lo que ha soñado, lo puede contar a modo de cuento e incluso les podemos ayudar a que creen finales diferentes y agradables a sus pesadillas para así desmontarlas. Se trata de que el niño aprenda a relacionarse con su mundo interior. Por eso creemos firmemente en la importancia de trabajar las emociones en nuestros Colegios La Salle desde que son pequeños para fomentar su inteligencia emocional.

Nosotros, los profesores, debemos ofrecerles la posibilidad de vivir una infancia feliz, llena de amor, de seguridad y, como no, de estímulos y emociones que desarrollen sus sentidos e imaginación. También debemos darles la oportunidad de que expresen lo que sienten y piensan y ofrecerles nuestro apoyo. Con todo esto conseguiremos la tan ansiada autoestima, confianza en sí mismo y la actitud positiva y optimista ante la vida.

Por todo esto creemos que es muy importante trabajar tanto dentro como fuera del aula técnicas de relación. Ayudar a los niños a encontrar en su interior la tranquilidad necesaria para afrontar mejor sus inquietudes.

En nuestros Colegios La Salle, tanto con padres como con alumnos enseñamos que todos tenemos una llama interior que nos da luz y nos ilumina el camino que se extiende hacia delante. Esa llama a veces se tambalea, pero tanto padres como educadores haremos que esa llama nunca desaparezca, estando siempre a su lado, conduciéndoles a un mundo seguro y acogedor.

Post escrito por el Equipo de Infantil de La Salle Plasencia