“La tierra nos precede y nos ha sido confiada para cuidarla y ayudar a que la naturaleza pueda seguir evolucionando, desplegando su potencial. No somos dueños sino administradores y custodios de la tierra y de cuanto la llena”.
(Laudato Si 67)
En La Salle Arucas, iniciamos este curso con el nuevo lema que nos invita al cuidado: cuidado personal, cuidado de los demás, cuidado de la casa común y cuidado de la relación con Dios.
Profundizamos en el cuidado de la casa común, aprovechando los recursos disponibles en el centro, concretamente, en el huerto de nuestro querido Hermano Emiliano.
Los niños y niñas aprenden de manera más efectiva cuando participan activamente en experiencias abiertas, competenciales y vivenciales de aprendizaje, por ello, nuestra motivación ha sido disfrutar del entorno.
En estas primeras semanas de curso, hemos aprovechado para buscar hojas y crear un mural de otoño, sembrar diferentes tipos de semillas con el Hermano Vicente, cuidar de nuestras flores que han ido creciendo a lo largo del verano en las jardineras verticales y conocer a unos amigos “bichitos” que ayudan a favorecer que nuestra tierra esté nutrida y fuerte para regalarnos flores, plantas, frutos y verduras. ¡Seremos testigos del proceso de nuestro cultivo!
Además, retomamos el compostaje ya que consideramos que es una herramienta maravillosa para educar a los más pequeños en el aprovechamiento de los restos orgánicos que generamos en las aulas. Trabajar en la elaboración del compost de manera sencilla y amena les permite observar el proceso y convertirse en parte activa y vibrante del cuidado del medio ambiente, un tema que tanto discutimos y reflexionamos juntos en el aula.
“El arte de la enseñanza es el arte de asistir al descubrimiento”.
Van Doren, M.
Post escrito por el Equipo de Infantil de La Salle Arucas
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