En nuestro proyecto de NCA, la colaboración familia-colegio es uno de los pilares fundamentales, de ahí que diseñemos talleres y actividades compartidas dentro del entorno escolar.
Durante unas sesiones, el comedor del colegio se convirtio en un espacio de promoción de salud, un entorno para disfrutar junto a los niños de 4 años y sus familias, y para aprender sobre un tema tan importante como es la alimentación saludable.
De esta forma, escuela-familia aunamos esfuerzos para conseguir el máximo beneficio para nuestros niños.
El cocinero del Centro, guia la actividad paso a paso apoyado por las tutoras de los niños, haciendo que los niños y sus familias aprendan a elaborar un burrito saludable.
Esta actividad, permitió no solo que las familias participasen de nuestro proyecto de manera activa, sino también entrar en contacto con el equipo de cocina del centro que día a día desarrollan el menú para los niños, y les acompañan durante sus horas de comedor.
Esta receta, inicialmente se trabaja en el aula de manera interdisciplinar, recogiendo con ella trabajo de lectoescritura, lógico matemático, hábitos saludables y oratoria como exposición de la misma.
La creatividad también forma parte importante en este momento, pues padres e hijos, de forma divertida, dieron su toque personal al burrito propuesto en el aula.
Como bien determinan numerosos estudios pediátricos, sabemos que la alimentación es uno de los pilares fundamentales en el desarrollo de los niños. De ahí que busquemos como equipo educativo, que para ellos el comedor junto a otros entornos del centro, sea un Espacio más de cuidado de uno mismo, dónde aprendemos a cuidarnos como dice nuestro lema de este año..
La alimentación y el descanso, van a condicionar enormemente cualquier aspecto relacionado con el crecimiento del niño. No solo influye físicamente, sino que también juega un papel crucial en su desarrollo inmunológico, cognitivo y emocional.
El cerebro del niño vive una transformación importante durante los primeros años de vida, y la nutrición adecuada es esencial para este proceso.
Los nutrientes que consumen los niños tienen un impacto directo en su capacidad de aprendizaje, memoria y concentración.
Una dieta equilibrada, y rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras proporciona estos nutrientes esenciales, nutrientes fundamentales para el desarrollo de las neuronas y la función cognitiva.
Se ha demostrado que los niños que cuidan su alimentación, tienden a tener un mejor rendimiento académico que cuando se desatiende, pues el cansancio, la atención, retención de información, y por lo tanto el proceso de razonamiento van a estar condicionados.
De este mismo modo, repercutirá en sus niveles estables de energía, y de manera potencial en el estado anímico con el que se enfrentan a los diferentes retos.
La participación activa de las familias en las actividades escolares y, en especial en la alimentación de sus hijos, no sólo se convierte en una pieza importante, sino crucial.
Esta manera de aprender, fomenta un aprendizaje más enriquecedor y sostenible en el tiempo para los niños, proporcionando además un apoyo emocional significativo para los pequeños al sentir a sus padres dentro del entorno escolar formando parte de su comunidad.
Cuando los padres participan activamente en la escuela, nos ayudan a modelar comportamientos positivos como la responsabilidad y el compromiso, asentando la confianza entre colegio- familia.
Nuestro proyecto trabaja para ayudar a nuestros niños a crecer en espacios saludables, potenciando la autonomía y capacidad crítica más allá del aula, generando entornos de máxima estimulación con actividades cotidianas, y buscando así en nuestros pequeños que el crecimiento de su autoestima les ayude a desarrollar personalidades equilibradas, resilientes, con gran capacidad de adaptación, y buscando poner foco en los detalles.
Post escrito por el Equipo de Infantil de La Salle Maravillas
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