En todos los colegios de La Salle, tenemos la suerte de poder disfrutar de un espacio donde los niños y las niñas pueden ser y construirse libremente desde el movimiento: nuestra sala de psicomotricidad.
Desde la Práctica Psicomotriz Aucouturier, los niños y niñas desde la mirada atenta y el sostén emocional del adulto van descubriendo todo de lo que son capaces de hacer, crear y ser con su cuerpo, con su mirada y con su imaginación…
Pero esta sala va más allá, tras años de experiencia con los niños, 20 años ya en el colegio, hemos descubierto que esta sala se ha convertido en un ESPACIO SEGURO, para aquellos niños que aún no son capaces de controlar su cuerpo, sus impulsos, sus palabras o acciones en relación con los demás.
Estos niños que en el aula no consiguen parar, estos niños que aún no han madurado lo suficiente para regular sus palabras y acciones ante un conflicto y sobre todo esos niños que por dificultades familiares y ausencias no han podido construir su SER, de una manera amorosa y completa.
Ante este reto que se nos plantea, nos unimos dirección, orientación, tutores y psicomotricistas del colegio y juntos vimos que para todos estos niños, que necesitan seguir CONSTRUYÉNDOSE, que necesitan madurar su cuerpo pero sobre todo su mente para regularse y poder ser más felices en sus relaciones con los demás… para todos ellos la SALA, es una gran ayuda.
Desde esta reflexión creamos los grupos de Refuerzo Psicomotriz. Los niños y niñas, además de sus sesiones de psicomotricidad semanales desde los 3 años a los 7 años, disfrutan de este grupo formado por 10/12 niños una vez a la semana.
Durante esas sesiones los niños, acompañados de la psicomotricista, van reconociendo y madurando poco a poco sus acciones, usando estrategias para gestionar las dificultades y sobre todo sacando mediante el cuerpo y el movimiento todo aquello que necesitan para seguir madurando. También consiguen reconocer e integrar todo lo positivo que hacen, haciéndolo suyo y construyéndose una imagen más positiva que la que tienen fuera de la sala.
Esta experiencia sigue reforzando la importancia del movimiento y la Práctica Psicomotriz Aucouturier, para que los niños se construyan de manera sana y completa, y nos regala un espacio en el que los niños que más lo necesitan pueden ser acompañados para que consigan Ser y Estar en el mundo de una manera más plena y feliz.
Post escrito por el Equipo de Infantil de La Salle Institución
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