Dentro de nuestro marco educativo NCA, no solo “celebramos” al finalizar los proyectos, la celebración está presente más allá. Dentro de nuestro entorno ERE la celebración cobra un papel muy importante, partimos de nuestras experiencias vividas, compartimos desde la fe y CELEBRAMOS en comunidad.

La Enseñanza Religiosa Escolar tiene un papel fundamental en la que queremos cultivar la parte más profunda del corazón de los niños / niñas y ayudarlos a volverse más conscientes del misterio de la presencia de Dios en sus vidas. Y lo hacemos a través de uno de nuestros cinco principios pedagógicos: el de Interioridad y de Dimensión Social, viviendo la dimensión espiritual desde la pertenencia a una comunidad que comparte una serie de valores y creencias apoyadas en el propio currículo, que les hará crecer como personas pertenecientes a la sociedad.

Pretendemos acercar al niño / niña a las claves principales de la fe cristiana, ayudarles a descubrir esta experiencia en su entorno, y a que ellos mismos desarrollen sus facultades de expresión y se inicien en los elementos primeros que facilitan la comunicación con Dios.

Para ello, utilizamos elementos cristianos presentes en el entorno del alumno, las imágenes y símbolos, el lenguaje y otros recursos que hacen posible la comprensión de la experiencia religiosa adecuada a esta edad.

¿Y cómo vivir nuestra fe en comunidad?

Una vez que hemos hablado de nuestras experiencias de vida, pasamos a una lectura compartida de la palabra.

Lo hacemos iniciando y profundizando en el lenguaje bíblico-simbólico para superar el lenguaje literal y anecdótico y llegar a una lectura significativa de la Palabra de Dios.

En nuestra experiencia, siempre ha sido muy importante acoger la palabra de Dios, no quedarnos en el lenguaje literal y llegar a comprender su mensaje para trasladarlo a nuestro día a día en el aula.

Después de trabajar de diferentes formas y de conocer diferentes experiencias, en La Salle apostamos por Godly Play. «Conociendo nuestra espiritualidad en Godly Play» , «Jugar Juntos».

Y así lo que pretendemos es conocer, comprender y expresar las principales formulaciones de la fe cristiana para realizar una síntesis elemental del mensaje cristiano y elaborar criterios que permitan interpretar y valorar los acontecimientos de la vida y de la historia desde la identificación con Jesús de Nazaret.

A raíz de la lectura creyente de la realidad cercana al alumnado y de la escucha y acogida de la palabra de Dios, expresamos esa síntesis en un símbolo, en algo concreto.

Compartimos entonces la palabra de Dios y realizamos un símbolo que nos acompañará en la celebración. Vivimos, compartimos, celebramos.

¿Qué mejor manera para conseguir un aprendizaje significativo que celebrando?

Los niños necesitan darle sentido a la vida y tener compañeros para compartir su camino de fe. Como cualquier arte, se aprende a adorar adorando. La liturgia y los momentos de celebración ayudan a expresar las cuestiones existenciales que habitan tanto en nuestro interior como en el mundo que nos rodea. Cada vez que terminamos una unidad didáctica, nos juntamos por niveles y celebramos juntos lo que hemos aprendido. Además de los tiempos litúrgicos que tienen sus propias celebraciones o de las distintas campañas que ayudan a ser conscientes del mundo que nos rodea y sus necesidades. Nos encanta juntarnos con varias etapas para celebrar en comunidad acontecimientos importantes como la Semana de Nuestro Fundador, San Juan Bautista de la Salle.

Lo importante de las celebraciones que hacemos es que éstas abarcan la acción, por lo tanto todos los sentidos se ven implicados. Creamos un ambiente diferente a otros momentos de trabajo. La creación de determinadas rutinas y la utilización de determinados símbolos ayudan a nuestros alumnos a centrarse en algunas dinámicas de diferente manera, ya que los identifican con experiencias vividas anteriormente. En este momento tan especial nos acompañan los símbolos sobre los que hemos ido trabajando, las producciones que los alumnos han ido haciendo tanto de manera individual como en cooperativo y, sobre todo, las reflexiones a las que han llegado.

De esta manera, conseguimos que los niños cuiden su entorno y aprendan a responder los unos a los otros, construyendo un sentido comunitario que nos hace vivir a la luz del evangelio.

¡VIVA JESÚS EN NUESTROS CORAZONES!

Post escrito por el Equipo de Infantil de La Salle Griñón