“El niño tiene cien lenguajes, cien manos, cien pensamientos, cien formas de pensar, de jugar y de hablar, cien siempre cien formas de escuchar, de sorprender, de amar, cien alegrías para cantar y entender.” Loris Malaguzzi

La creatividad en los niños es como un gran poder natural que los impulsa a ver el mundo con ojos de asombro y a encontrar soluciones ingeniosas para los desafíos del día a día. Cultivar este poder no sólo alimenta su imaginación, sino que también fomenta habilidades esenciales como el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la autoexpresión. Pero para que la magia suceda y la creatividad emerja, es necesario que los más pequeños se sientan libres para explorar, experimentar, crear… sin ser juzgados, sin que haya un resultado satisfactorio o un producto final perfecto, simplemente dejándose llevar y sobre todo divirtiéndose en todo aquello que hacen, en el proceso de creación.

Aunque no la única, una manera de fomentar esa creatividad en los más pequeños es a través de la expresión plástica, vivida desde un enfoque no de realización de manualidades, sino desde el puro placer de descubrir qué pueden crear con los diversos materiales que ponemos a su disposición.

La expresión artística ayuda a los niños a crecer como personas, trabajar la sensibilidad, expresar las emociones, los sentimientos y todo aquello que el niño guarda en su interior, y así, los más pequeños aprenderán experimentado, creando… de manera que se irá fomentando en ellos competencias tales como ser autónomos, pensar y comunicar, descubrir y tener iniciativa y convivir y resolver conflictos.

Desde el enfoque de NCA, y más concretamente en el Internivel de expresión plástica, las propuestas que se ofrecen al alumnado ponen el énfasis en la expresión artística y la creatividad de las niñas y los niños. Estas actividades pueden no tener un resultado final predefinido y les permiten explorar libremente con diferentes materiales y técnicas, favoreciendo la creatividad sin restricciones, ya que los más pequeños tienen la libertad de explorar y expresarse a través de los materiales, sin la necesidad de seguir instrucciones estrictas. Ellos mismos buscarán sus propias soluciones.

Es importante que los educadores asumamos un papel diferente a la hora de fomentar la creatividad en nuestro alumnado, actuando como guías, observadores y co-aprendices juntos a los niños, siendo capaces de escuchar y observar, facilitar el diálogo y la reflexión y fomentar la expresión individual y la colaboración.

Fomentemos una educación que avive la creatividad y la curiosidad innata de los niños para que puedan desarrollar el gran potencial que ya poseen, dotando a nuestros alumnos de un espacio adecuado donde puedan explorar, experimentar y dar forma a sus ideas, siendo constructores de su propio aprendizaje y acompañándoles y guiándoles en este maravilloso y mágico viaje.

Post escrito por el Equipo de Infantil de La Salle Griñón