Cómo trabajar la paciencia

Cómo trabajar la paciencia

En estos tiempos, donde la sociedad está cambiando, las prisas priman y la tecnología ocupa gran parte de nuestras horas del día, nos vemos en la necesidad de educar a nuestros peques en el trabajo de “la paciencia “ una virtud que alabamos en el ser humano, y que vemos muy necesaria para el desarrollo de la persona en su dimensión más interna y externa.

Nuestras familias están inmersas en un ritmo de vida cada vez más rápido y cargado de muchas actividades diarias, donde la cantidad disminuye la calidad, y prevalece la inmediatez.

Entendiendo la paciencia como la facultad de saber esperar, estamos detectando que nuestros “peques” cada vez son menos pacientes debido al ritmo frenético del día a día que les imposibilita disfrutar de más momentos de interacción familiar con la finalidad del disfrute sin prisa.

Por lo que ahora nos toca parar y analizar la importancia de lo pequeño, en esos detalles del día a día que fortalecen y enriquecen el buen desarrollo de nuestros niños.

A través del entrenamiento de la paciencia, podemos inculcar los valores de: la humildad, tolerancia, la paz, amistad, equidad, justicia, solidaridad, honestidad y respeto al prójimo entre otros.

Desde nuestra realidad en el cole, podemos desarrollar una infinidad de actividades que fomenten el desarrollo de esta capacidad en los diferentes ámbitos didácticos, así como, un asesoramiento a las familias.

Actividades para desarrollar en el colegio:

Las acogidas son ideales para trabajar la paciencia en nuestros alumnos en los siguientes momentos:

-Esperar el turno para ser recibido y saludar al maestro/a.

-Quitarse sus abrigos y mochilas y colocarlas en su perchero con sumo esmero y autonomía, son momentos muy ricos para ellos.

– Expresar en la asamblea sus inquietudes respetando el turno de palabra.

Y los entornos didácticos también nos ofrecen la oportunidad de desarrollar la paciencia:

– Preparar y repartir el material les sirve para apreciar y adquirir la conciencia y respeto del otro, al igual que desarrollan la capacidad de espera.

– Compartir material con sus compañeros, los hace desarrollar la empatía y tolerancia hacia el otro.

– Utilizar las diferentes técnicas en aprendizaje cooperativo ( lápices al centro, folio giratorio, …) les hace evolucionar en su camino en el trabajo de la paciencia y respeto mutuo.

– Exponer al grupo alguna actividad grupal/individual amplía su capacidad de tolerancia y respeto.

– La recogida de material es un claro ejemplo de cómo practicar la clasificación y cuidado de sus objetos, desarrollando en ellos autonomía y responsabilidad.

-En las salidas y entradas del patio respetar el orden de llegada a la fila de una manera pacífica crea un ambiente de concordia y buena convivencia.

– La aceptación de normas y roles dentro del juego con sus iguales está llena de aprendizajes.

Actividades para desarrollar en familia.

El desarrollo desde casa de las diferentes habilidades que el niño necesita desde edades tempranas, viene dado por la interacción en su día a día en el ámbito familiar.

Para trabajar la paciencia en casa, es necesario involucrar a los niños en actividades que requieran tiempo, como juegos por turno, realizar puzles y escucha de cuentos. Se recomienda que la recompensa no sea inmediata y que les suponga un esfuerzo lograrla. El mayor inconveniente de los juegos electrónicos es que acostumbran a los niños a una gratificación inmediata

Aprovechar las tareas del hogar, es otra forma de trabajar la paciencia: poner la mesa siguiendo un orden, buscar las parejas de calcetines o realizar la lista de la compra, son actividades que requieren su tiempo.

La paciencia se adquiere de manera gradual, por eso, es necesario trabajarla desde edades tempranas para ser aplicada en el futuro en los diferentes ámbitos de la vida adulta.

Los niños aprenden mucho por imitación de sus referentes más cercanos, sean sus padres o profesores, por tanto, si quieres que un niño sea paciente, debes ser paciente con él. Y como bien dice el refrán: