Fomentar el desarrollo motor grueso es fundamental para una adecuada salud física, cognitiva y social además de ser importante para un conveniente progreso de la independencia y autonomía del niño. Por todo ello, en la escuela, se deben crear espacios seguros donde puedan moverse libremente, generando actividades donde poner en práctica destrezas motoras: escalar, rodar, trepar, subir, bajar…
En este sentido contamos en nuestros centros y teniendo en cuenta nuestra metodología Nuevo Contexto de Aprendizaje, con el entorno internivel saludable. En este entorno, se trabajan actividades relacionadas con la salud, el cuidado de uno mismo y de la naturaleza que nos rodea. De esta manera, durante varias sesiones el movimiento tomará las aulas para fomentar una escuela activa y crear hábitos de ejercicio. Con ello trabajaremos los valores de la perseverancia, el respeto al otro y del juego en equipo. El movimiento libre será la tónica general durante las sesiones. Los niños trabajarán sus posibilidades de acción y podrán expandir sus capacidades y destrezas motoras, todo ello en equipo.
El juego por equipos sigue la estructura de aprendizaje cooperativo. Esta estructura y la utilización de técnicas que potencien esta cooperación, favorece el aprendizaje de los alumnos en la medida que se propicia un clima de respeto hacia las diferencias, fomenta la autoestima y la motivación tan imprescindibles para aprender.
El aprendizaje cooperativo en este entorno favorece la interdependencia positiva. Con ella se comparten actividades y recursos. Reforzamos el reconocimiento y motivamos a los alumnos a que prueben sin temor a equivocarse porque en grupo se obtienen resultados que no se producen individualmente. Así, aprendemos a trabajar en equipo, los alumnos mayores se responsabilizan de los pequeños y estos se apoyan en los mayores, asumiendo símbolos e identidad grupal. Con el aprendizaje cooperativo también se favorece la interacción estimuladora, por ello es importante que los alumnos se reúnan periódicamente y que el aprendizaje sea una interacción que ayude a estimular, compenetrarse y alentarse. Las habilidades de ayudar y dejarse ayudar, animar y reforzar, resolver conflictos, comunicarse apropiadamente, conocer a los demás y confiar en ellos; también están presentes.
Con todo ello queremos resaltar no solo la importancia del desarrollo motor del niño sino, además, del aprendizaje de sus capacidades motoras en equipo que no sería posible en una escuela tradicional con actividades y objetivos aislados.
Definitivamente, “el trabajo en equipo es el secreto que hace que las personas comunes logren resultados extraordinarios” Ifeanyi Onuoha.
Post escrito por el Equipo de Infantil de La Salle Antúnez
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