PROTAGONISTAS DE LA EMOCIÓN Y LA CELEBRACIÓN

El proceso de aprender es una aventura maravillosa que lleva a los niños y niñas a vivir un viaje para ir superando retos y alcanzar unos objetivos. Cada paso que dan refuerza la idea de que son capaces de ir avanzando en el descubrimiento del mundo. De acuerdo con las aportaciones de Moore (2013) sobre el Aprendizaje Vivencial, este ofrece oportunidades a los niños y niñas de aplicar lo que aprenden en situaciones reales, descubriendo diferentes soluciones a los problemas o conflictos a los que se enfrentan en un contexto de continuo intercambio e interacción entre compañeros.

Y eso es lo que ha vivido nuestro alumnado en el proyecto “Tenemos una misión”, pues tenían la tarea de ir descubriendo los rincones de nuestro colegio, conquistando cada espacio para hacerlo suyo y sentirlo como propio. Además, todo lo que iban descubriendo en las distintas fases del proyecto lo compartían con el Agente Secreto Aniceto, pues la ayuda de nuestras niñas y niños era fundamental para que Aniceto cumpliera su misión de conocer nuestro colegio.

Según Chang y Henríquez (2013), es fundamental que los niños observen el carácter protagónico que tienen en la escuela, pues esto les ayuda en la construcción de su propio yo, a reforzar los vínculos sociales entre compañeros y descubrir que sus intereses y opiniones tienen poder de transformar los contextos y situaciones en las que se desenvuelven. Por esta razón, durante el desarrollo del proyecto, el alumnado pudo tomar decisiones en las distintas fases y estas marcaban el rumbo de la investigación. Finalmente, crearon un dossier con todos los datos y la información conseguida y se lo enviaron al agente secreto. Habían descubierto que fueron protagonistas e importantes durante toda la misión.

Pero el valor del aprendizaje trasciende y se interioriza mucho más cuando los alumnos se hacen conscientes de que han ido superando todos los retos planteados y que han alcanzado sus objetivos. Esto tiene influencia sobre las emociones de los niños y niñas, ayudándoles a conectar mucho más con todo lo que se ha hecho y aumentando la predisposición y motivación hacia nuevos retos. Todo esto tiene repercusión en la autoestima de los niños y permite fomentar la simbiosis entre pensamiento, emoción y acción (BACH & DARDER, 2002). Debemos tener en cuenta que esto se potencia aún más si además de la satisfacción personal de haber superado un reto, se suma el reconocimiento externo. Así que necesitaban que Aniceto les hiciera saber que el trabajo estaba bien hecho y así poder celebrar todo lo que habían hecho.

Finalmente, una mañana al llegar a clase nos encontramos un inesperado y misterioso sobre. Después de examinarlo, decidimos abrirlo para observar e identificar todo lo que había en su interior. Aniceto les había enviado un mensaje de agradecimiento y unos diplomas en los que se nombraba a todo el alumnado como Ayudantes de Detectives.

Para concluir decidimos vivir un momento de alegría compartida celebrando todos juntos el éxito que habían alcanzado y lo plasmaron para la posteridad sacándose unas fotografías en el photocall de NCA.

Nunca olvidarán que sin su implicación el Agente Secreto Aniceto no hubiese podido cumplir su misión.