La sociedad y nuestra vida, en la que cada vez más nos encontramos expuestos a información de todo tipo, implica el desarrollo de nuevas competencias para adaptarnos al mundo en el que vivimos. Ya no nos basta con aprender a leer descifrando palabras y escribir copiando, hemos de centrarnos también en las destrezas comunicativas y en las estrategias de resolución de las situaciones a las que nos enfrentamos a la hora de abordar un aprendizaje.

Como red educativa, desde los Centros de La Salle hemos hecho una apuesta decidida por trabajar desde otra perspectiva, que se centre más en el niño y en su manera de ver la realidad, en la importancia de desarrollar habilidades comunicativas y sociales que les permitan ser parte activa del mundo en el que viven.

Para lograr este cambio, docentes y alumnos hemos interiorizado un nuevo rol: nosotros como adultos somos mediadores y facilitadores y entendemos que cualquier situación puede ser una experiencia de aprendizaje, ellos  son, entonces, los protagonistas de este cambio, los constructores de su propio conocimiento y por quienes dimos el salto sin red a cambiar la mirada… ¡Y lo que está por venir!  

El abordaje del proceso de aprendizaje de la lectoescritura ha cambiado mucho en los últimos años. Antes se centraba en estructuras cerradas de letras que seguían una secuencia de presentación, una direccionalidad estricta y concreta. Se trataba de un proceso que no respetaba ni la diversidad ni los ritmos de los niños ni tampoco la motivación de éstos, ya que no era hasta bien avanzado el método cuando eran capaces de escribir y leer sílabas inconexas y sin significado alguno para ellos.

Cambio metodológico

El cambio metodológico por el que hemos apostado parte precisamente de esa premisa inicial. ¿Para qué leemos? ¿Por qué nos interesa hacerlo? ¿Qué nos motiva a aprender?

La perspectiva constructivista recoge estos supuestos y formula una metodología que parte de su contexto más cercano, de la globalidad de la palabra y no de la sílaba o el fonema y de la necesidad de dejar los trazos en segundo plano en una primera fase para centrarse más en la conciencia fonológica y en la propia experimentación.

De esta manera, los niños desde que llegan al colegio, reconocen la lectura y la escritura como parte de la vida, no como un aprendizaje aislado y descontextualizado. El acercamiento a su propio nombre y al de sus compañeros, el vocabulario del proyecto y los textos reales que se utilizan en el centro (notas a la familia, listas de materiales, cartas, noticias, etc. ) son la base de los aprendizajes.

Este enfoque ha cambiado la vida del aula. Ahora los carteles se presentan en distintas tipografías, las actividades no están tan centradas en el papel y en el trazo, sino que han sido sustituidas o complementadas por experiencias manipulativas donde nos centramos en la conciencia fonológica y en la discriminación de las palabras siguiendo estrategias diferentes. Ya no se espera para escribir a conocer todas las letras, ni se repiten los trazos una y otra vez hasta que salen “correctamente”.

Aprendizaje por Proyectos

Todas estas actividades están contextualizadas en el Aprendizaje por Proyectos y en la estructura de rincones en el aula. Esto ha supuesto un aumento muy significativo de la motivación hacia la lectura y la desaparición de la frustración que suponía para muchos niños enfrentarse a tareas de escritura y lectura.

Desde esta perspectiva, los científicos de la Salle San Rafael viajamos esta primera parte del trimestre a Egipto para conocer los entresijos de una civilización a priori desconocida, sumergirnos en las aguas del Nilo o descubrir personalidad de la gran Nefertiti. ¡Grandes estos científicos lasalianos!

Imagina hasta dónde vamos a llegar…

Post escrito por el equipo de Infantil de La Salle San Rafael