Las primeras experiencias de vida de un niño permanecen para siempre. Como educadores lasalianos, nuestra consigna es que quienes promovemos la estimulación temprana de nuestros pequeños, lograremos que su proceso de aprendizaje se llene de inquietudes.

Nuestra intención es tratar de unir la adaptabilidad del cerebro a la capacidad de aprendizaje de nuestros alumnos, de manera que abramos ante ellos un abanico de oportunidades y experiencias que les hagan explorar, adquirir destrezas y habilidades de una forma más natural y entender lo que ocurre a su alrededor.

En todo este entramado, el desarrollo del lenguaje juega un papel muy importante y su  desarrollo se verá favorecido desde nuestra atención y dedicación, respetando, como siempre, el ritmo de desarrollo de cada niño. Recordemos lo importante que es que tengamos presente que no existe un tiempo encorsetado para lograr un objetivo. Nuestro objetivo seguramente se afianzará y el residuo emocional que dejamos en un niño al que forzamos su desarrollo, probablemente permanecerá para siempre.

En San Rafael queremos dedicar nuestros mejores esfuerzos a ellos, a nuestros protagonistas de vida  y con luz verde… ¡a estimular!

Alguien nos dijo una vez… “algo hay que cambiar, algo vamos a cambiar y lo vamos a lograr…

Y lo logramos… ¡claro que sí!

Y nos pusimos a cantar… Ese día nuestra jornada comenzó con canciones que escondían un mensaje que ellos mismos pudieron descubrir para enriquecer su lenguaje. Surgieron momentos tan especiales como éste…

Y continuamos leyendo y contando cuentos sobre los que se preguntaron y sobre los que narraron historias… Fue así como descubrimos que podíamos encontrarnos en espacios tan especiales como éste…

Y nuestros niños comenzaron a formarse modelos del mundo a partir de las experiencias significativas que vivieron. Por eso nos pareció tan importante ofrecerles experiencias gratificantes que les adheriesen a una realidad en la que les resultara posible moverse con capacidad de logro. Y así fue como les enseñamos por tanto a expresar sus sentimientos y describirlos… Entonces, ellos y nosotros sabíamos, nos sabíamos  y entendimos cómo nos sentíamos y se sentían…

Y como nos entendíamos, podíamos trabajar mejor juntos y así les enseñamos a resolver ellos mismos tareas contándonos cómo lo habían hecho…  y sentimos el verdadero poder de la guía y el acompañamiento en imágenes tan bonitas como ésta…

Y como tanto o más importante es que tengan una conducta motivada hacia el aprendizaje de la lengua que les lleve a plantearse metas, entendimos que enseñar el lenguaje es una responsabilidad compartida, que no se ciñe a un idioma o a otro. Y fue así como nuestra teacher nos regaló momentos de tolerancia y aceptación:

Y con todo ello logramos poner en práctica estrategias y actividades significativas como la dramatización que nos permite desarrollar las capacidades de expresión y comunicación de nuestros alumnos, centrándose no sólo en las habilidades lingüísticas de leer, escribir, escuchar o hablar sino, sobre todo, en la habilidad de comunicar.

Y es que la dramatización se ha convertido  en un oasis de la enseñanza dentro de las aulas lasalianas, llevándonos a capturas como ésta… ¡y vaya si salimos bien en la foto!

Y así llegamos al cierre, al cierre de una jornada nca en la que les invitamos/os invitamos a imaginar historias a su lado y que junt@s podáis recordar aventuras inimaginables…

¡Gracias a todos por hacerlo posible!

Equipo docente de La Salle San Rafael