Aprendo, aprendes, aprendemos… ¡celebramos!

La infancia es una etapa en la que los niños muestran curiosidad y aprenden sobre el mundo que les rodea. En este momento es cuando empiezan a adquirir los hábitos y costumbres que sentaran las bases de su salud y comportamiento a lo largo de la vida. Por ello el proyecto que hemos finalizado tenía como hilo conductor la importancia de tener unos buenos hábitos de higiene y alimentación, justicia y valores, reciclaje y consumo responsable.

El aprendizaje es un proceso profundo, que envuelve a la persona y a todas sus inteligencias. Se alimenta de emoción, interés y experiencias con el objetivo de transformar lo que hacemos. Este complejo proceso merece ser celebrado y así lo hemos llevado cabo en nuestro final de proyecto. La etapa de infantil ha disfrutado la celebración compartiendo con las personas más cercanas, sus compañeros y profes.

En esta celebración, el villano Picamuelas ha sufrido un gran cambio, se siente diferente, motivado y muy feliz.  Les ha dicho a los niños/as que quiere ir a todos los colegios para explicar la importancia de tener hábitos saludables, reciclar, y así entre todos, conseguir hacer un mundo mejor, respetando, ayudando y fomentando la paz.

PERO… semanas antes de este sorprendente cambio,

los alumnos de infantil, recibieron la visita de este villano que pretendía imponerles malos hábitos de alimentación y actitudes negativas con sus compañeros.

Unos fantásticos superhéroes les han acompañado y motivado para combatir al malvado villano. Con su ayuda han podido reflexionar, dialogar e investigar, y de este modo, los niños y niñas han sido protagonistas activos de su conocimiento.

A lo largo de las sesiones del proyecto han ido descubriendo la importancia de tener unos buenos hábitos, han pensado estrategias y soluciones para derrotar a “El Picamuelas”, y lo han demostrado consiguiendo entre todos, una fantástica transformación del villano.

Como remate final en cada clase hemos celebrado el reto superado con una degustación de brochetas de frutas, un Pastel de la Paz y el montaje de un pueblo y juguetes con material reciclado.

El éxito de una celebración de aprendizaje se refleja en la cara de los niños y niñas que demuestra la alegría de aprender, de festejar y compartir los conocimientos adquiridos.

La satisfacción del profesorado es poder descubrir estas emociones en sus alumnos y alumnas.

«Sin emoción no hay curiosidad, no hay atención, no hay aprendizaje, no hay memoria”.

Francisco Mora

Post escrito por el equipo de Infantil de La Salle Corral