«Experimentando el arte: instalaciones»
«Las instalaciones de juego son una propuesta educativa concebida desde la presentación estética de unos objetos específicos en un espacio transformable. Se dispone para favorecer el vínculo afectivo y las relaciones entre un grupo de niñas y niños acompañados de un adulto referente que da sentido a los procesos simbólicos de la infancia en un “lugar de símbolo” como metáfora de la vida de relación.»
(Ruiz de Velasco A. y Abad J., 2019).
Experimentar es fundamental para aprender.
La curiosidad forma parte de la esencia humana, nos hace extraer nuestras conclusiones sobre el mundo en el que vivimos, le da sentido y nos estimula a seguir aprendiendo y desarrollándonos. Por eso, los aprendizajes que hacemos cuando somos pequeños tienen que partir de la experimentación y la observación. Este aprendizaje activo por descubrimiento hay que incentivarlo o «provocarlo» con situaciones estimulantes para los niños que partan del entorno cercano, de sus intereses y motivaciones.
Por ello, una de las dinámicas más representativas son las denominadas «instalaciones» o «provocaciones» que, inspiradas en la pedagogía de Reggio Emilia, conocida como la «Pedagogía del asombro» desarrollada por Loris Malaguzzi en Italia, constituyen propuestas estéticas, artísticas y pedagógicas a través del juego libre.
«El niño debe manipular materiales para su propia satisfacción. No nos debe nada. No tiene que hacernos ninguna propuesta. Debe saborear, jugar, experimentar el sentido y la materialidad de los objetos.»
(Loris Malaguzzi)
Este curso la identidad de cada aula se ha trabajado a partir de un artista famoso. Aprovechando esta coyuntura, durante el primer trimestre preparamos dos propuestas diferentes.
La primera, tras a ayudar a Aniceto, el agente secreto en su búsqueda de inspiración para realizar su cuadro sobre el colegio, la casa y el barrio. Para agradecernos la colaboración, transformó la sala de psicomotricidad en un espacio inspirado en la artista japonesa Yayoi Kusama.
Los alumnos de la etapa pudieron observar, manipular, transformar y experimentar en el espacio uno de los elementos más característicos de su arte: los puntos de colores.
La segunda propuesta se inspiró en La noche estrellada de Van Gogh. Las luces se apagaron y la magia de la luz negra y las pinturas fluorescentes sorprendieron a nuestros alumnos.
El arte es uno de los mejores y más completos lenguajes que tenemos. Fomenta la capacidad de expresión, potencia su creatividad e imaginación y les dota de herramientas para canalizar sus sentimientos.
¿Qué artista servirá de inspiración para la siguiente instalación?
Post escrito por el Equipo de Infantil de La Salle San Rafael
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